Y de todos los pedazos de tu corazón roto, creo que estoy sintiendo como me punza el más afilado.
Pero a pesar de aún haberte decepcionado, y haber tirado por la borda lo que habíamos construído, sigo con esas constantes ganas de amarte, de cuidarte entre la noche y el alma, el día y la sonrisa, tu pelo y mis caricias.
Creo que tu perdón vale más que cualquier cosa, presente en este mundo, pero lo que en verdad tiene un valor inigualable es mis inmensurables ganas de que vuelvas a sentir en mí el abrigo en éste invierno tan frío, y sientas que mi abrazo puede calmar cualquier dolor.
Te amo, negrita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario