Personalmente creo que a cualquiera de nosotros nos gustaría saber el significado de nuestros sueños, aún más si son sueños recurrentes, lúcidos, o esos que nos despertamos con ganas de seguir soñando, tal vez porque queremos descubrir a fondo que es lo que "vivimos" mientras dormíamos, o porque fue una de esas cosas que deseamos que pasen en la realidad.
Con la noche de anoche, fueron 8 días seguidos que me despierto con el mismo goce e incertidumbre, absolutamente todas las mañanas. Cada vez que amanezco, me siento exaltado porque hace ocho noches que mi mente recrea en un sueño una situación exactamente idéntica a la noche anterior.
Tampoco es que sea un sueño largo, y que sienta que en esa realidad pasan horas.
No, ciertamente, sé que lo que pasa en el sueño es tan solo un instante, pero me atrevo a decir que es un instante tan hermoso y perfecto como ningún otro.
Todo empieza cuando yo estoy ahí, durmiendo en la cama de dos plazas, boca abajo y mirando hacia la derecha, como cada vez que duermo.
El sueño sigue en una situación donde te paras vos, al lado de la puerta y me miraste con un sentimiento de amor desmesurado, como si lo único que quisieras hacer lo que resta de la noche fuese mirarme.
De a poco, parece que te concentraras en mí como si lo único que sintieras fuese todo lo contrario a esa fría indiferencia que me atormenta diariamente.
Te acercas a la cama y yo sigo tendido en una comodidad casi inconsciente, lentamente te tendes al lado mio, y tus ojos marrones no apartaron su atención de mi cuerpo, seguís rompiendo esa barrera de distancia que nos separa y me abrazas, y yo, sin percatarme, lo haces con la más extrema suavidad y ternura posible, lo haces como si fuese el primero, o tal vez el último abrazo, y mientras cerras los ojos te me acercas al oído. Noto que tus labios están titubeando, y cuando por fin se deciden a decirme algo ...
Me despierto.
Ocho días, hace ocho mañanas me despierto con ganas de seguir soñando para saber que pasa, deseando que la noche siguiente el sueño se extienda un poco más y saber por fin que es lo que me decís, ir más allá, un poco más allá.
También me gustaría, en cierto modo, que el sueño no siga, y que lo que sueñe pase realmente.
Para ser franco, me gustaría saber que en verdad me vas a decir algo al oído y que sea real, palpable, y que luego de eso yo pueda girar, abrazarte, y decirte al oído cuánto te extraño.
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