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martes, 21 de julio de 2015

Me hice tantas ilusiones con vos, que me olvidé de ser realista por una vez en la vida.
Frente tuyo comprendí que en los domingos no estaba tan solo y los lunes no eran tan malos como parecían.
Aprendí también a anhelar al amor. Hice de él la más hermosa conquista y la más potente ambición. Supe que después de las mujeres, había otras mujeres. Después de las risas, había otras risas. Después de los libros, había otros libros. Pero después del amor, entiendo, que después del amor no queda más que la sal de las lágrimas.

Y hoy después de tanto aprender sigo acá, con ganas de cumplirte todo lo que alguna vez prometí darte. No porque te necesite, sí porque te prefiera.
Comprendí que te amaba, y que aunque a veces paseábamos por el mismo infierno y tus palabras me herían el alma con tus ensordecedores gritos de rabia, nuestro hogar era el cielo. Sobre todo, cuando estábamos juntos.



" Si no me encuentras enseguida, no te desanimes, si no estoy en aquel sitio, búscame en otro. Te espero, en algún sitio estoy esperándote " 

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