El tono de tu voz,
Las caricias en el cuerpo, en el alma,
las miradas con lágrimas en los ojos, acompañadas de palabras que venían muy de adentro,
los abrazos,
tus besos,
tus confesiones y tus sueños,
nuestra forma de sentirnos en compañía del otro.
No era perfecto, pero era ideal, estando juntos manteniendo nuestra propia individualidad.
Juntos, pero no envueltos.
Si supieras cuánto te extraño, si supieras cuánto te quiero.
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