Vistas de página en total

lunes, 19 de agosto de 2013

Organizadamente afectivos.

¿Quien fue el pelotudo que dijo que había que dejar ir a las cosas que amabamos?

    Tu vieja,  tu hermana, tu hermano, tu viejo, esa abuela que te da plata, esa abuela que no tiene un peso,  tu perro de la infancia, ese amigo que está siempre, el otro amigo que no está nunca pero aún así, es tu amigo, tu tía (Si, esa que odiás llamar cuando es el cumpleaños) tu prima fea,  tu prima linda que si no fuera tu prima seguramente le hubieses tirado onda,  esa piba que te gusta, esa piba que amás,  esa piba que no te gusta ni amas pero como las otras dos no te dan bola algo tenes que tener,  una amiga que está siempre,  los amigos de fútbol,  los compañeros del colegio,  el almacenero de la esquina que ambos se tienen cariño por el simple hecho de que te conoce desde toda tu vida,  ese primo con el que te llevas genial, ese primo con el que te llevas para el orto pero bueno, es tu primo, tu primer juguete, los recuerdos de tu primer beso,  vos mismo . 

Cosas, personas, gente, seres, no sé, como se te cante llamarlo,  ¿Quién dijo dejar ir a los pilares de nuestra realidad? ¿A quién se le ocurrió vivir completamente solo? 
 Cuidá, valorá, esta cerca de cada uno de ellos,  te podes pelear, putear, cagarte a trompadas con todos, pero al fin y al cabo, la escencialidad de cada uno de ellos en conjunto, son los que sostienen la vida que vivís, el mundo que conoces, la realidad que tenes.
La falta de alguno puede general un desequilibrio enorme, llegando al punto de arruinar esa delicada estructura de vida que tenes, que ante un cambio, se puede modificar completamente.
Es una cadena de cosas buenas y no tan buenas que manejan nuestras vidas, y que, de una manera u otra, le dan sentido, escencia, personalidad, la hacen totalmente única.

El conjunto de cosas alrededor de cada uno, girando constantemente, se asemejan a una galaxia de afectos hacia personas u objetos, nosotros somos el centro de esa galaxia y elípticamente giran en torno nuestro las personas que más queremos, las que menos queremos, los objetos que amamos, y las personas que odiamos, justo en ese orden.
La falta de alguien que queramos nos afecta demasiado, cambiando la órbita de todos los otros;
Las personas que menos queremos y la falta de alguien también nos afectan, nos hacen sentir incompletos en algún aspecto pequeño de nuestras vidas.
Los objetos que amamos generalmente nos hacen recordar retóricamente momentos o situaciones del pasado, que, aunque sean objetos, tienen mucho protagonismo en nuestro pasado, presente, y probablemente, futuro.
Esas personas que odiamos, aunque no lo creas, tienen cierto protagonismo, la falta de enemigos puede ser algo peligroso, ya que al no tener enemigos, no sabemos qué modelo de persona nos desagrada y queremos tener lejos.

Cada una de nuestras vidas es una galaxia de cosas buenas y malas que giran alrededor nuestro dandole sentido a lo que vivimos, la falta de algún aspecto puede cambiar todo el resto,  
Por eso, no solo no dejes ir las cosas que amas y te hacen bien, trata también de tener relativamente cerca las cosas que no te hacen tan bien, porque, en cierto punto, las podes llegar a necesitar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario