Tal vez no es acá, tampoco allá, ni ayer, ni hoy, ni mañana, tal vez es cuando vos, o cuando la vida quiera. Por lo pronto preferiría dejar de pensar, y dejar de torturarme aunque sea un rato con tener tantas ideas todo el día en mi cabeza.
Pero realmente me cuesta tanto, y aunque intente infinitas veces siempre vuelvo a los mismos días, a las mismas caras, a las mismas emociones, siempre vuelvo a recordar los mismos olores, los mismos ojos, tus mismas manos. Siempre vuelvo a lo mismo.
Y aunque quiera dejar de pensarlo, ¿como dejar de pensarte?
Desearía con todas las ganas que mientras el universo me de vuelta la cara vos estés ahí, girando hacia mí y abrazándome en silencio.
Y que yo también esté ahí, y dejes el rímel de tus ojos en mi hombro, cada vez que lo necesites para llorar.
Y que me tiemblen los recuerdos, que se me muevan los cimientos, que desee abrazos y que mejor aún, que solo desee un abrazo tuyo. Que de a poco, como siempre lo hiciste, me vuelvas a ablandar con ternuras, me derrumbes con miradas y silencios profundos. Y que tu golpe final sea otra vez, ese te quiero entre risas.
Ese que me enamora, ese que extraño y que tanto quiero.
Y así estoy, con aire de cambio y ganas de tanto. Dispuesto a romperme entero, a sentir el fondo, a perder el miedo, a soltar el odio, y empezar de nuevo.
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