Y te elijo.
Siendo que podría no hacerlo, pero opto por tu compañía porque si bien la vida sigue a pesar de tu ausencia, creo que es más linda si gozo de tu presencia.
Ahora mismo no te prometo un para siempre, porque un para siempre es no confiar en ese - sí - que se va consiguiendo cada día, sin forzarlo y con amor. Prefiero elegirte en la infinidad de presentes que se nos presenten, despertando diariamente con ganas de abrazar tu risa.
Que lindo que se siente cada sí que te digo, gracias a esas sonrisas sinceras donde mi mundo se equilibra.
Que lindo compartir momentos, momentos en los que no hay ni un vos, ni un yo, y ambos pensamos en un nosotros, con una sonrisa de a dos en esos momentos donde la felicidad se puede saborear, oler y tocar. Volviéndose material, casi vos. Sí, la felicidad sos vos.
Y siempre despierto sintiendo que con vos es más lindo amar.
Todo el tiempo pienso tanto en vos, que creo que si el pensamiento se volviera caricias, te lleno de besos a la distancia.
Quisiera escribirte más, realmente, y expresarte todas las sensaciones nuevas y las no tan nuevas, pero no por eso menos placenteras, que me haces sentir, pero no me salen las palabras.
Pero aprendí que cuando algo no puede expresarse por escrito, ni de otro modo, solo resta cerrar los ojos y dejarse abrazar por las sensaciones.
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