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lunes, 25 de mayo de 2015

Y te elijo.
Siendo que podría no hacerlo, pero opto por tu compañía porque si bien la vida sigue a pesar de tu ausencia, creo que es más linda si gozo de tu presencia.
Ahora mismo no te prometo un para siempre, porque un para siempre es no confiar en ese - sí  - que se va consiguiendo cada día, sin forzarlo y con amor.  Prefiero elegirte en la infinidad de presentes que se nos presenten, despertando diariamente con ganas de abrazar tu risa.
Que lindo que se siente cada sí que te digo, gracias a esas sonrisas sinceras donde mi mundo se equilibra.
Que lindo compartir momentos, momentos en los que no hay ni un vos, ni un yo, y ambos pensamos en un nosotros, con una sonrisa de a dos en esos momentos donde la felicidad se puede saborear, oler y tocar. Volviéndose material, casi vos. Sí, la felicidad sos vos.
Y siempre despierto sintiendo que con vos es más lindo amar.

Todo el tiempo pienso tanto en vos, que creo que si el pensamiento se volviera caricias, te lleno de besos a la distancia.
Quisiera escribirte más, realmente, y expresarte todas las sensaciones nuevas y las no tan nuevas, pero no por eso menos placenteras, que me haces sentir, pero no me salen las palabras.
Pero aprendí que cuando algo no puede expresarse por escrito, ni de otro modo, solo resta cerrar los ojos y dejarse abrazar por las sensaciones.

lunes, 11 de mayo de 2015

Los cambios a veces son necesarios.
Y claro, otras veces no.
A veces los cambios nos decepcionan, nos destruyen, apareciendo tan de repente que nos obligan a plantearnos para qué, para qué aparecieron y cambiaron eso a lo que estabamos acostumbrados.
Raros, injustos, esos son los cambios que nos lastiman.
No reconocemos lo que antes conocíamos tan bien como la palma de nuestra mano, nos hace preguntarnos una y otra vez que pasó, por qué pasó, cuándo y como.

¿De que sirve? por más veces que lo preguntes, nunca, nadie, te va a responder.
Vas a preguntar y entre lágrimas vas a sentir que hablas a una especie de espejo que rebota lo que vos decís.
Es un poco triste cuando las personas se van y el cariño se queda, pero es aún más triste cuando el cariño se va y las personas quedan, peor aún si esa persona no es la misma que antes.

te extraño, viejo, no sabes cuánto lo hago.

lunes, 4 de mayo de 2015

Y te idealice, te creí perfecta.
Hasta llegué al punto de pensar que no tenías errores, que no te confundías, que todo hacías bien.
Y empece a conocerte y supe lo errado que estaba, que sos humana, tan humana como yo o como él, como ella, como aquellos y como éste, que tenes el mismo derecho que todos a equivocarte, y que lo haces bastante seguido.
Pero miras para abajo, arrepentida, y te decepcionas de vos misma, tu autoestima baja un poquito más y te pones triste, lloras, pero levantas los brazos y vas para adelante, le pones esfuerzo y mejoras, mejoras en lo que hiciste mal, remendas los errores y emparchas los daños.

Y ahí entendí que sos mejor, que sos aún mejor de la mujer perfecta que imaginé.
Que vale mucho más alguien que se equivoca y lo sigue intentando, que alguien que no tiene la posibilidad de errar, que es más valiente, que siente más, que quiere más.

Y por fin entendí que vales mas de lo que yo merezco, y por eso soy agradecido, porque cuidar alguien que es TAN imperfectamente ideal es una responsabilidad enorme, y francamente quiero ser responsable.
Sí, definitivamente, asumo la responsabilidad de tenerte.

domingo, 3 de mayo de 2015

Y otro fin de semana que se nos va, otro fin de semana en el que me brindas compañía y me metes adentro de esa burbuja de felicidad que se forma cuando te tengo cerca.

Domingo a la noche, mañana se vuelve a la rutina, la rutina de levantarse temprano y cumplir las obligaciones, de hacer ese monólogo repetitivo semanal que tanto odiamos, el talonario de tareas que una y otra vez hacemos, como la de extrañarte a causa de tenerte tan lejos. Hasta parece apropósito que todas las cosas que me gusten las tenga lejos, tu cara, tu risa, tus besos, tu cuerpo, tus abrazos, tu compañía. La distancia es mi karma.
Y esas semanas se reducen a esperarte, a querer llegar a ese punto en el que te tengo frente a frente y no hago más que solo mirarte y demostrarte, cuán feliz me haces.
Mis fines de semana son eso, la verdad, tu compañía que improvisa tareas y no sigue rutinas, que me divierte la vida y me alegra mi propio sentir. Mientras el mundo te come la cabeza, hay alguien que te espera impaciente, para curarte de todo mal.
Y estoy convencido de que ese alguien sos vos,  que teniendote a mi lado todo va a tomar un mejor curso.

Hoy, me quedé sin palabras.
Te miré, te miré mucho y quise decirte miles de cosas que mi cuerpo sentía en ese momento, y no pude, no pude hablarte y decirte todo, simplemente ya no tengo palabras para poderte expresar todo lo que yo te aprecio.