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domingo, 8 de septiembre de 2013

Terapia [ Parte III ]

- Otra vez nos volvemos a ver las caras, Matías.
- Y, así parece. Una vez mas te vengo a hablar de mis pesares, que, generalizando, es un solo pesar.
- Ella . 
- Me arrepiento tanto.
- Arrepentirse es parte de la vida.
- Quisiera que ella sea parte de mi vida.
- Solo queda resignarse, hace muchas sesiones estamos estancados en este tema que no nos lleva a ningún lado, es hora de dejarlo atrás.
- Creo que es hora de dejarla atrás a ella, ¿No cree?.
- ¿Por qué pensás que te equivocaste tanto en esa relación?.
- Queríamos ser tanto que terminamos siendo nada, solo dos aparentes desconocidos que conocen bien cada detalle del otro. Juntos nos atrevíamos a ser nosotros mismos.
- ¿Es duro, no?.
- ¿Que cosa?.
- Olvidar cosas que marcan nuestra vida.
- ¿Olvidar? ¿Quien dijo que la iba a olvidar?  Tal vez, solo, quererla de otro modo.
- ¿Ella? ¿Te quiere?
- Me lo dijo, ya no, no más.
- A veces las cosas que decimos no concuerdan con las que pensamos.
- Se nota en su mirada, ya no es la de antes. Tiene ojos para alguien más.
- Tal vez eso es lo que necesitas, sufrir, olvidar u olvidar, aprender por las malas que te equivocaste y que ya no te pertenece, o que tal vez nunca te perteneció.
- Estar mal por la pérdida de algo que nunca fue tuyo, ¡Que loco! ¿No?.
- Así de complicado es el ser humano. Resignate a que tiene a alguien más.
- Me puedo resignar a cualquier cosa, menos a eso. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así, celoso.
- Se nota que la quisiste.
- Inmensamente. Pero al final, pongo los pies sobre la tierra y me doy cuenta que hasta el amor que yo sentía no es el mismo.  Puede ser, que alguna vez esto rebrote y seamos felices juntos, pero no me puedo conformar con esperar a alguien que ya perdí, que, por mis propias acciones, está desilusionada y despechada con alguien que amó.
- ¿Creés que alguna vez va a volver a pasar algo? .
- No lo se, y creo que no me importa, o creo que sí, tal vez creo mal. No se nada, lo que se, es que no quiero querer a alguien así, de esta forma rara, inconclusa, extraña, queriendo a medias a alguien que no me quiere.
- ¿Como te sentís con eso?.
- ¿Abandonando algo que me hace bien? Raro.  Principalmente triste, vencido. Me doy cuenta que no todo lo que queremos lo podemos tener, cosas de la vida, supongo.
- Cambiaste mucho desde las primeras sesiones, tu forma de pensar, la perspectiva para con la vida, tomaste más importancia de las cosas serias, estás mas .... maduro.    ¿Y si ella valorara eso?.
- Puede ser, tal vez esta nueva versión de mí le guste, hasta el punto de quererme, pero no quiere averiguarlo, me lo dijo.  Escuchar que alguien ya no te quiere es duro, durísimo, pero entenderlo, verdaderamente comprenderlo, juro que es mucho más doloroso.
- ¿Que pensás hacer?
- Cambiar de página.
- ¿Estás dispuesto?
- La vida es estar dispuesto a cambios.
- ¿Y si lo que necesitas es a ella?
- ¿Y si no?
- ¿Por que pensas que vas a estar mejor con su ausencia?
- ¿Y por qué no pensarlo?
- Ya dejaría de aconsejarte de forma profesional, escuchame atentamente como si te estuviera hablando un amigo.  ¿Por qué dejar las cosas que nos hacen bien, Mati?.
- A veces las cosas que nos hacen bien a nosotros, les hacen mal a los demás. Ya fui egoísta durante demasiado tiempo, no más.
- Cuando un auto se queda sin nafta, ¿El auto se tira? no, solo se vuelve a llenar el tanque. Teóricamente en las relaciones sucede algo similar.
- ¿Y si el auto está roto?
- ¿Y si tenes que ponerte la ropa de mecánico y engrasarte las manos para mejorar?
- Ya no más, doy un paso al costado.
- No puedo creer que digas ésto justo vos, mi paciente más orgulloso y obstinado. Obsesivo, insistente, casi hasta insoportablemente repetitivo con las cosas que querés ganar o tener.
- Definitivamente, la quise, y todo lo que alguna vez fue va a seguir siendo en mis recuerdos.
- Bueno, Matías, se terminó el tiempo, hasta la próxima.
- No hay próxima.
- El alta te lo tengo que dar yo.
- No tiene gracia hablar sobre un tema que no existe.
- Tu elección.
- Si algún día lo llego a necesitar, lo llamo.
- Suerte, Mati, te felicito.
- ¿Felicitarme? ¿Por qué?
- Tenes una forma rara de querer, extraña, hasta casi egoísta, pero totalmente verdadera y sincera, especial, bañada en ternura y dulzura, sos un alguien totalmente perfecto cuando hablas de ella, y eso, no se ve todos los días.
- Muchas gracias, creo.
- ¿Pensas dejarla de lado, al final?.
- Respondería eso pero sinceramente no lo se, no tengo la certeza de que se me va a cruzar por la cabeza cuando la vea, o que voy a sentir, pero por ahora, solo me limito a resignarme y a quererla como alguna vez ella me quiso, sufriendo, callado, y dócil.   Hasta luego, Doc.

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