Vistas de página en total

martes, 22 de octubre de 2013

Reacción lenta.

Un abrazo, el besito en el cuello,  la mordida en el beso, me puteas porque te dolió,  te sangra y te haces la enojada, vomitás histeria.  Me acerco despacio, tenemos quince años nomas,  con una sonrisita y dos o tres boludeces que te diga se te pasa,  nos volvemos a besar, la pasamos bien.
No tenemos nada más que la presencia del otro, el sol se pone en el horizonte, te veo, ahí.
Viento, brisa, te acomodas el pelo, te beso nuevamente y Neruda se revuelca en su tumba con mi monólogo aburrido y repetitivo, te miro,  no puedo parar de mirarte.
Vos agarras el celular, te acordás de todo lo que te hice, me devolves dos o tres besos secos, fríos, como si el amor que sentiste alguna vez se te desvaneció de repente.
No puedo parar de mirarte.
Haces un paso, amagas a irte, te freno con el cuerpo, me miras, ¿Me desafias? te tiro un beso, miras para abajo, me esquivas, me arrepiento, acumulaste resentimiento y rencor, te llené de tristeza y no puedo hacer nada.
No puedo parar de mirarte.
¿Que pasó? simplemente el tiempo,  mi tiempo de lastimarte ya terminó y ahora llegó la hora de ser lastimado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario