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lunes, 23 de diciembre de 2013

Olvidar.

Olvidar.

Olvidar es una práctica milenaria realizada desde los primeros tiempos de la humanidad

El lado pernicioso de olvidar es que no lo hacemos por una decisión propia, sino que olvidamos por una obligación. A veces, es olvidar u olvidar, las opciones son nuestra integridad emocional o los recuerdos de una persona que significó y significa mucho para nosotros, pero por una necesidad optamos que, a partir de un determinado momento, deje de tener cierto significado.


Olvidar es una de esas cosas que tenés que estar completa y enteramente dispuesto a realizar, hasta aún así hay veces que fracasamos, y volvemos de manera retórica a querer algo que ya no nos quiere, a apreciar alguien que no nos aprecia, a amar a alguien que ya no nos ama.


Olvidar está bueno, es una de las cosas más satisfactorias cuando por fin se logra, es algo maravilloso cuando se llega a ese resultado final, finalmente relegar.

El significado de olvido a veces se deforma, se modifica. En muchos casos, no se olvida, simplemente pasa que los recuerdos que alguna vez tuvieron un valor emocional, ahora ya no lo tienen, y creemos haberlo olvidado todo, como una estrella fugaz que de un momento para otro simplemente se desvanece.  No es así, el recuerdo sigue ahí pero ya no más en su máximo esplendor, sino en una especie de enana blanca que en su momento tuvo  fulgor y ahora simplemente está ahí, en la inmensidad, rodeada de soledad, consumiéndose poco a poco.


En otras ocasiones, también, haber llegado al resultado final de "olvidar" tiene un lado extraño, hasta casi negativo.   

Es el momento exacto donde nos pasa que extrañamos extrañar lo olvidado, y surge una pregunta en nuestra mente :   

 ¿Verdaderamente queríamos olvidar? .




Simplemente olvidar es un error del ser humano en un desesperado intento de arreglar las cosas con una solución poco ortodoxa,  que es dejar de lado recuerdos que forman parte de la propia felicidad de nuestra vida misma .